viernes, 7 de enero de 2011

Tumba prehispánica en tercera dimensión

Tumba prehispánica en tercera dimensión: "


Gracias a la tecnología denominada “Estación Total”, aparato electro-óptico utilizado en topografía que permite trabajar a nivel subterráneo, donde una persona no puede acceder, se logró, por primera vez, el registro en tercera dimensión de una tumba de tiro o cámara subterránea de grandes proporciones que sirvió como depósito funerario en el sitio arqueológico del Cerro del Teúl, en Zacatecas.
Las tumbas de tiro constan de un pozo vertical o tiro de profundidad variable, que conduce a una o varias cámaras mortuorias. El arqueólogo Enrique Pérez Cortés detalló que se trata de la Tumba de Tiro 5 de este sitio prehispánico, la cual fue hecha entre el siglo II a.C. y el año 400 d.C., y consiste en una cámara subterránea en forma de domo y de planta elipsoidal, mide aproximadamente 3 m de largo por 2.5 de ancho y 1.5 de altura.
“La Estación Total es una tecnología que permite describir y delinear de manera muy detallada las características de un terreno. Mediante dicho equipo se logró el registro pormenorizado de esta tumba de tiro, el cual servirá para el mejor estudio de este espacio funerario”.
A su vez, la arqueóloga Laura Solar -responsable del Proyecto Arqueológico Cerro del Teúl, junto con su colega Peter Jiménez Betts- precisó que se trata de la primera ocasión en que se hace el registro en 3D de una tumba de tiro de un sitio arqueológico de México mediante Estación Total.
“El sur de Zacatecas constituye la región más septentrional de la Tradición Tumbas de Tiro, propia del Occidente de México, y en el caso del Cerro del Teúl es la evidencia más antigua de la ocupación sedentaria en esta elevación, hablamos del siglo II antes de Cristo al V de nuestra era”.
“Es interesante que las tumbas de tiro de esta región, el sur zacatecano, se encuentren en la parte alta de un cerro, cuando generalmente se distribuyen cerca de laderas y valles, asociadas a corrientes de agua o aluviones, donde se asentaron algunas aldeas tempranas. Lo anterior refiere la importancia que tuvo el Cerro del Teúl como centro ceremonial, inclusive antes de nuestra era”, comentó la investigadora del INAH. 
El registro minucioso de la cámara subterránea se hizo mediante coordenadas, que se obtienen con un procesador y un distanciómetro, y a su vez se traducen con un ordenador. Así, la tumba de tiro se muestra en forma de retículas en la pantalla de la computadora, con su volumetría exacta. 
“El uso de la Estación Total, dentro del Proyecto Cerro del Teúl, nos permite generar una base de datos pormenorizada de algunos sitios prehispánicos, antes y después de ser intervenidas por el equipo de arqueólogos, lo que más tarde servirá para llevar a cabo análisis sobre la disposición arquitectónica de las edificaciones, e incluso acerca de algunas piezas en específico que hemos encontrado”, abundó Enrique Pérez Cortés. 
En este sitio arqueológico, ubicado en el municipio de Teúl de González Ortega, se han localizado seis tumbas de tiro, que consisten de un pozo circular o tiro (de 80 cm a 1 m de diámetro, y una profundidad aproximada a 1.50 m), un acceso y una cámara mortuoria cuyas medidas oscilan en 3 m de largo por 2.5 de ancho.
A mediados del siglo XIX, el ingeniero geodésico Carl de Berghes realizó un plano muy exacto del Cerro del Teúl, en el que dejó asentado tres tumbas de tiro o “cámaras particulares” como él mismo las nombró.
En trabajos recientes, miembros del Proyecto Arqueológico Cerro del Teúl han podido extraer algunos restos materiales, al efectuar la limpieza de tres de ellas. 
“Se extrajo todo el sedimento depositado dentro de las mismas, y por medio de criba recuperamos cuentas de concha marina, de piedra, restos de arillos de atlatl (lanzadardos), restos de pigmentos, vasijas rotas que se pudieron armar, dos pequeños instrumentos de viento de carácter zoomorfo (ocarinas) y otros objetos dispersos que formaron parte de collares. En esa época los ajuares funerarios eran muy numerosos y vistosos. 
“Nuestra intención ha sido recuperar la mayor información de las tumbas que fueron saqueadas en siglos anteriores, para conocer el tipo específico de los depósitos funerarios de esta región y determinar los problemas logísticos a los que nos enfrentaremos cuando localicemos una intacta, lo cual no dudamos pues sabemos que en realidad se trata de conjuntos mortuorios. Una tumba de tiro nunca está aislada”, manifestó Laura Solar.
Olga Zavala A.

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